Las materias primas críticas, en auge en la UE

Las materias primas críticas, en auge en la UE

Cada tres años la UE elabora un listado con las materias primas críticas presentes en los sectores estratégicos

Son esenciales por su importancia económica pero a la vez su suministro conlleva un riesgo, por eso se les llama materias primas críticas. Se encuentran en el subsuelo de la Tierra y muchas presentan nombres tan curiosos como el tantalio, el galio, el berilio, el niobio o el escandio. Estas materias son muy importantes para sectores estratégicos, principalmente los digitalizados, y generalmente son críticas porque se producen en otros países y su suministro puede verse afectado por crisis internacionales.

Desde 2011, la Unión Europea publica y actualiza cada tres años un listado de materias primas críticas, ya que depende de varios países para importarlas, especialmente China. Con este listado se analiza la evolución de la producción de estas materias, el mercado interesado, la tecnología asociada y los posibles riesgos que se le pueden presentar.

Por qué son materias primas críticas

Las materias primas críticas para la Unión Europea están presentes en muchos elementos cotidianos o conocidos, como el teléfono móvil, la pantalla del ordenador, las bombillas de bajo consumo, los drones, las impresoras 3D, las baterías de los coches eléctricos o los paneles solares, por mencionar unos pocos. Actualmente el último listado de 2020 determina que son 30 las materias que lo componen (han aumentado respecto al listado de 2017, en el que eran 27). ¿Pero qué parámetros utiliza la UE para determinar qué materias primas son críticas?

· Su riesgo de suministro: se tienen en cuenta los proveedores mundiales y los países que abastecen a la UE de materias primas, y el nivel en el riesgo de interrupción del suministro en función de la gobernanza y los aspectos comerciales. En este caso se contemplan cada vez más las opciones de reciclar estas materias primas (si es posible) o sustituirlas por otras.

· Su importancia económica: valora la importancia de la materia prima según las aplicaciones en su uso final y el valor añadido que puedan tener en los sectores manufactureros de la UE.

Los riesgos de estas materias

En la UE son muy pocos los países que producen materias primas críticas en grandes cuotas: España produce el 100% del estroncio; Alemania el 35% del galio; Finlandia el 51% del germanio o Francia el 84% de hafnio y el 28% del indio. Por eso la dependencia externa es muy elevada, principalmente de China (la UE depende en un 98% de sus tierras raras).

Hay otros factores que inciden en la importancia de sustituir su uso, como la toxicidad en su proceso de producción, los daños que provoca al medioambiente (vertederos de tierra radioactiva, el excesivo uso de agua en su extracción, la contaminación de las aguas subterráneas, etc.) o las condiciones inhumanas en las que pueden trabajar las personas que los extraen del subsuelo.

Para evitar la inestabilidad de los suministros, la UE ha lanzado el proyecto de Ley de Materias Primas Críticas, previsto que se apruebe en 2023 y que se basa en el control de toda la cadena de suministro: la producción, el procesamiento, el refino, el reciclaje y las reservas estratégicas. Y también la Alianza de las Materias Primas Críticas, todo con el objetivo de diversificar las fuentes de producción y reducir la dependencia de terceros países. Según el Banco Mundial, la demanda de estas materias se disparará en un 500% de aquí a 2050, por lo que realmente urge actuar para evitar futuras crisis energéticas y de abastecimiento.