Los retos de nuestros mares y océanos

Los retos de nuestros mares y océanos

Es incuestionable que los océanos europeos de todo el mundo están languideciendo. Los ecosistemas marinos de las zonas costeras han sido alterados por siglos de explotación y abusos humanos, y en las últimas décadas esta tendencia de degradación se ha visto acentuada.

En la Unión Europea la superficie marina bajo su jurisdicción es mayor que la superficie terrestre, y es la mayor del mundo incluyendo sus regiones periféricas (los territorios y entidades del Atlántico, el Caribe y el Pacífico). En sus aguas albergan hasta 48.000 especies marinas diferentes.

El litoral de la UE, sin contar el Reino Unido, tiene 56.000 kilómetros, y casi la mitad de su población vive a menos de 50 kilómetros del mar (la mayoría se concentra en las zonas urbanas a lo largo de la costa).

Las amenazas de nuestros océanos

Todos estos datos evidencian la importancia del océano y el mar, que se enfrentan a importantes amenazas para sus hábitats:

· Las presiones de la pesca y la navegación, que provocan una pérdida de la biodiversidad.

· La contaminación química agrícola e industrial (persiste la concentración de algunos metales pesados y contaminantes orgánicos persistentes en el pescado).

· El denso desarrollo urbano costero y el turismo.

Daños en el fondo marino por las plataformas petrolíferas o la pesca de arrastre. Y los vertidos de petróleo por las actividades del transporte o las refinerías son una constante.

· Las líneas de transmisión de energía y las actividades mineras.

· La propagación de especies no autóctonas invasoras, introducidas principalmente por el transporte marítimo y el Canal de Suez en el mar Mediterráneo.

· El cambio climático provoca el aumento de la temperatura de la superficie y el nivel del mar, por lo que las especies marinas y costeras cambian su distribución geográfica y estacional. En respuesta a la mayor concentración de CO2 en la atmósfera disminuye el Ph de los mares y se dañan los arrecifes de coral de los territorios europeos de ultramar.

Iniciativas europeas para revertir los daños

La Unión Europea es muy consciente de la fragilidad de los mares y océanos, y por ello ha impulsado una serie de iniciativas legislativas para proteger la gestión del agua dulce y de los recursos marinos. En este artículo destacamos dos por su vital importancia:

· La Directiva Marco sobre la Estrategia Marina (DMEM), de 2008, que crea las regiones marinas europeas (mar Báltico, mar Mediterráneo, mar Negro y océano Atlántico. Ha sido modificada en diversas ocasiones y se aplica a las aguas, el lecho marino y el subsuelo. En 2020 se aprobó una nueva Estrategia de la UE sobre biodiversidad hasta 2030, en la que se amplían los espacios protegidos y se crean espacios estrictamente protegidos para la regeneración de poblaciones de peces y de hábitats.

· La Directiva Marco sobre el Agua (DMA), de 2000, nació para unificar las actuaciones en materia de gestión de agua de los países miembro de la Unión Europa. Esta directiva crea un marco para la protección de las aguas superficiales interiores, las aguas de transición, las aguas subterráneas y las aguas costeras. Además, pide a los Estados miembros que elaboren planes hidrológicos de cuenca y vela por la calidad del agua potable. Marcó un punto de inflexión en la manera de entender el agua, pasando de considerarla como un recurso a como un factor clave para mantener la calidad de vida.